por Walter Lezcano
1- ¿Cuál fue el primer libro que leíste?
El primer libro fue uno que se llama “Cuentos para chicos, de autores
grandes”. Una antología de relatos que incluía cosas de Twain, Chejov, Quiroga
y Gorki, entre otros. Probablemente también Los tigres de la Malasia de Emilio
Salgari.
2- ¿Cuál fue el primer libro que compraste?
Bien, bien, no me acuerdo. Creo que fue uno de cuentos sobre fútbol. El
libro, ahora que lo estoy viendo, tenía relatos de Borges, de Marcelo Cohen, de
Héctor Libertella y de Elvio Eduardo Gandolfo. ¡Y no me acordaba! Pero en realidad
no sé si me lo regaló mi hermano o me lo compré yo. Tengo algunas dudas. Si no,
algún libro de Galeano seguro fue de los primeros que me compré.
3- ¿Cuál fue el primer libro que robaste?
Por ahora no pude robarme ninguno y no sé cuándo me voy a animar a hacerlo.
Siempre tengo muchas ganas de elegir algún libro de los que parecen ladrillos y
salir de la librería haciéndome el boludo. Mi sueño es choriar Los Sorias de
Laiseca. Pero no creo que lo pueda cumplir. En una librería de acá de Paraná,
que es atendida por tres o cuatro pusilánimes, hay varios libros que dan a la
puerta y están fáciles para sacarlos. Lo estoy pensando seriamente.
4- ¿Cuál fue el primer libro que influyó en vos de alguna manera?
El Estado y él se amaron de Daniel Durand fue de los primeros que me
enloquecieron y me marcaron. Nunca había tenido acceso a las plaquetitas que
Durand publicó en Del Diego, porque hasta hace unos años a Paraná no llegaban
libros de editoriales independientes y hogareñas. Obviamente que después de leer
eso, me di cuenta que nunca había leído nada parecido. Encima había poemas que
mencionaban lugares de Entre Ríos y eso me atrapaba más todavía.
No sé bien cómo arranco a escribir. Por ahí leo algo que me encanta y eso
me contagia ganas o me da una especie de clima agradable como para escribir
algo. También ver alguna situación que me llame la atención, algún diálogo,
alguna historia que me cuenten, imágenes reales, maquino eso un rato, y
después, generalmente de noche, a veces a la siesta, escribo el poema.
6- ¿Qué fue lo primero que escribiste?
Seguramente alguna especie de cuento o relato, cuando era chico. Algo bien
infantil, que mezclaba personajes de la televisión, dibujos animados, con
personas de mi barrio. Pero no recuerdo con precisión.
7- ¿Qué fue lo primero que publicaste? ¿Cómo lo ves ahora?
Lo primero que publiqué fueron 25 poemas reunidos bajo el nombre de
Uruguayita. Después de eso no escribí nada parecido al tono que tenían esos
poemas. Viéndolo cuatro años después, cambié mucho. Antes había publicado
textos en periódicos de Paraná y Santa Fe, cosas sobre fútbol, apuntes, nota de
prensa, textos híbridos.
8- ¿Qué estás escribiendo en este momento?
Ahora intento escribir poemas más largos que los que habitualmente redacto,
por ahí lo llamo “Dos o tres habilidades”. También estoy remando una especie de
nouvelle o relato, que no sé cómo va a salir ni terminar, pero seguramente se
llamará “Invencible”. Y un texto más corto que habla de mi papá, de los
partidos de tenis que mirábamos con él, los trabajos que tuvo y algo sobre las
primeras películas que miré en el cine con él. Se va a llamar “Acá están
todos”. Ya veremos cómo termina esta aventura.
9- Un libro imperdible
Son dos: Cicatrices de Saer y 2666 de Bolaño. Descomunales. Descomunales.
10- Una definición de escritor
Alguien que se anima a reinventar cosas y personas con palabras que
fabrican imágenes y que fabrican ideas.
Gracias, Manuel.
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