Se viene el tercer título!!!!!

LA RUTA DEL SOL
CANCIONES DE CELEBRACIÓN
PARA EL FIN DEL MUNDO
LA TRILOGÍA
COMING SOON
SEPTIEMBRE 2010

Hablan los que escriben. Hoy responde: Pablo Ntale.

Foto by Pete Ionian



Por Walter Lezcano

Pablo Natale, Carlos Paz, Córdoba, Finland. Un groso nos visita. Músico y escritor. Publicó un bellísimo libro llamado Un oso polar que lo muestra como una voz extraña, misteriosa y seductora. A ver, el tipo en ese libro delimita su terreno, plantea sus propias reglas de juego y si te metés, las cosa, tus cosas, pueden ir mucho mejor. Uno siempre está en la búsqueda de mundos nuevos, palabras que no están tan gastadas y Un oso polar las despliega con encanto y sin pedir nada más que entrega. Eso es algo valorable: que alguien labure en su propios términos.
Hay mucho más para decir, pero nadie lo va decir mejor que él.
Hoy responde Pablo Natale.

1-¿Cuál fue el primer libro que leíste?


Lamentablemente, el primer libro que leí fue “Los pieles rojas”, un librito chiquito y rojo en esas viejas ediciones tapa dura. Tenía nueve años, me la pasaba jugando al fútbol e inventando deportes con mis amigos en la calle, y mi vieja, que estaba preocupada por mi vida callejera, me obligó a leer todas las siestas un capítulo de ese libro en voz alta y después contarle de qué trataba. El problema era que yo no entendía qué demonios era un piel roja además de un indio, y no tenía mucho que contar porque el libro era demasiado descriptivo. Como no podía responder a las preguntas de mamá, tenía que pasarme la siesta en penitencia leyendo de vuelta el capítulo en cuestión. Así que en cuanto pude, abandoné. Recién volví a la lectura cuando mi abuela me pasó un libro de Agatha Christie. Era adolescente, y empecé a leer novelas policiales buscando modos de asesinar a mi familia y a mis compañeros de curso.

2-¿Cuál fue el primer libro que compraste?

Fueron dos libros, en realidad regalo de mis viejos para una Navidad. Uno era “Un gato en el palomar”, de Agatha Christie, novela de la que no me acuerdo nada, aunque tiene un gran título. El otro era “Cómo entender a su gato”, un libro increíble que explicaba los porqué de los comportamientos felinos y que leí delante de mi segundo gato, porque el anterior había cruzado corriendo la calle y se lo llevó puesto un Renault. Se metió sangrando a casa y murió al lado de la heladera. Lo extrañé tanto como a una persona y no quería que eso pasara de vuelta.


3-¿Cuál fue el primer libro que robaste?

“Pobres gentes”, de Dostoievski. No se conseguía en ninguna parte y en la biblioteca de mi pueblo estaba en la misma edición vieja de tapa dura que aquel libro de los pieles rojas. Lo robé, lo leí, me pareció una mocha, y estaba por devolverlo a la biblioteca cuando un amigo muy fanático del MST y la literatura rusa vino a casa, y lo vio, y se lo regalé. Los libros como ese tienen que estar en manos de quienes los aman.


4-¿Cuál fue el primer libro que influyó en vos de alguna manera?

Carajo. Eso es muy difícil. Si sigo una idea tradicional de “libro”, fue “Ami regresa”: era acerca de un nene extraterrestre con pelo azul que venía a inculcar la paz a la tierra. O “El anticristo”, de Nietszche. O “Rayuela”. Todos son de un nene extraterrestre que viene a inculcar algo a la tierra, si lo piensan un poco. Si en cambio uso una visión un poco más abierta y contemporánea de libro, el primero que influyó fuerte y duro fue la serie de animé “Los súper campeones”. Terminaba de ver un capítulo, salía a jugar al fútbol, y creía que todos mis amigos en el fondo, bien en el fondo, tenían superpoderes y corrían pensando cosas y eran medio épicos y medio melancólicos.

5-¿Qué necesitás para ponerte a escribir?

Libros cerca. Silencio. Un poco de bronca o un poco de alegría. Tiempo y silencio, otra vez. Alguien a quien escribirle, aunque viva muy lejos, o en otro tiempo, o no lo conozca.


6-¿Qué fue lo primero que escribiste?


La vida imaginaria de un tipo que tenía una empresa imaginaria para una materia llamada Administración de Recursos o algo así. Nos pidieron que escribamos un poco acerca de las personas imaginarias que hacían la empresa imaginaria, y yo escribí siete páginas de vida del tipo, lo vinculé un poco a la administración y a lo que la profesora quería que dijéramos, y tuve 10 durante todo el resto del año.

7-¿Qué fue lo primero que publicaste? ¿Cómo lo ves ahora?

Un poema de la Universidad. No me hace falta verlo para saber que era malo y estaba impostado. Igual la experiencia fue buena, porque nadie me dijo nada del poema, hasta que la madre de una ex me sentó en la cocina de su casa de la calle Ecuador y me dijo “no entiendo esto, y esto, y esto”, y me preguntó qué había querido decir. Para el segundo número de la revista no publiqué más poemas sino la historia de un nene que no sabía bailar la lambada y no sabía que significaban algunas palabras.

8-¿Qué estás escribiendo en este momento?

Intento escribir una nouvelle, no quiero decir de qué porque es como un maleficio. También estoy escribiendo canciones para mi banda, cuentos para niños, y cerrando un libro de poemas que hace mucho quería terminar.

9-Un libro imperdible

Eh, ¡no vale esto! Me gusta mucho “Los lemmings y otros”, de Casas. Me gustan mucho “Los detectives salvajes”, “El sonido y la furia”, “La gran Salina”, “La niña del pelo raro”, “La melancólica muerte del chico Ostra”, los últimos poemas de Godoy, los últimos poemas de Elisa Gagliano, y “La invención de la salchicha al curry”, de Uwe Timm.

10-Una definición de escritor

Alguien que cree en algo que no existe. Y que trabaja con eso. Y que no puede escapar de eso.


Gracias, Pablo

Se viene la segunda...

...Edición de BAILANTA
de Matías Gómez

Con pilcha nueva.
Soon.
Julio 2010.
Presentación en Capital.
Seguiremos informando
y cosiendo.

Hablan las que escriben. Hoy responde: Samanta Schweblin

Por Walter Lezcano

Samanta Schweblin (Buenos Aires – 1978) es egresada de la carrera de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires. En 2001 obtuvo el primer premio del Fondo Nacional de las Artes y el primer premio del Concurso Nacional Haroldo Conti con su primer libro “El núcleo del Disturbio” (Planeta, 2002). En el 2008 obtuvo el premio Casa de las Américas, por su libro de cuentos "Pájaros en la boca", y la beca FONCA de residencias para artistas del gobierno Mexicano.Muchos de sus cuentos han sido traducidos al alemán, al inglés, al italiano, al francés, al portugués, al sueco y al servio, para su edición en numerosas antologías, revistas y medios culturales.



1-¿Cuál fue el primer libro que leíste?

El que recuerdo ahora es “Corazón de piedra verde” de Salvador de Madariaga.

2-¿Cuál fue el primer libro que compraste?
Rojo y negro, de Stendhal. Yo vivía en Hurlingham y fue la primera vez que visitaba las mesas de saldo de Corrientes, no podía creer que un libro con tantas páginas costara lo mismo que un alfajor. Lo empecé en el tren, de vuelta a casa, y la idea de que alguien de mi edad pudiera independizarse económicamente estudiando de memoria la biblia me llenó de entusiasmo y esperanzas. Aunque por supuesto, después descubrí que las cosas no serían tan fáciles.

3-¿Cuál fue el primer libro que robaste?
Nunca robé un libro. A los diez años fui entrenada por mi abuelo para robar cosas de las ferias (teníamos un botín relojes, corta papeles, copitas de cristal, y nos centrábamos en las antigüedades de la plaza Dorrego). Pero los libreros siempre me cayeron muy bien, y me da gusto, si tengo el dinero, cambiarlo por un par de buenos libros.



4-¿Cuál fue el primer libro que influyó en vos de alguna manera?
“La espuma de los días”, de Boris Vian. Tendría unos trece años y hasta entonces mi “literatura adulta” solo abarcaba algunos clásicos. Vian fue un baldazo de agua fría. Me acuerdo que el libro era prestado y por entonces no se conseguía en ninguna librería. Me costó tanto devolverlo…
También el descubrimiento de la revista “El Péndulo”, que por suerte ya se vendía como saldo. Descubrí en esa revista a Levrero, Ballard, Dick, Sturgeon… ¡Que revista! Hace unos meses conocí a Marcial Souto, el jefe de redacción, y estuvo más de una hora contándome las osadías y odiseas de la revista. Alguien debería hacerle una entrevista a ese hombre. Para mí fue como conocer a Papá Noel.

5-¿Qué necesitás para ponerte a escribir?
Una idea que pese más que mis actividades cotidianas. Si tengo la idea, puedo escribir hasta de pie en el 65, (a veces para escribir también se requieren aptitudes físicas).

6-¿Qué fue lo primero que escribiste?:
Se lo dicté a mi mamá, porque yo todavía no sabía escribir. También hice los dibujitos. El cuento es sobre un zapallo bebé que vive en la caja de zapallos más alta de una verdulería, que a su vez es el negocio más alto de un pueblito, que a su vez está en la cima de una montaña. Cuando las señoras vienen a comprar, y revuelven los cajones más altos, el zapallo se muere de miedo, porque lo sacuden de un lado a otro y sabe que no tiene manos ni pies y que, si cae al piso, empezará a rodar por la pendiente hacia el valle, y ya no podrá hacer nada para evitarlo.


7-¿Qué fue lo primero que publicaste? ¿Cómo lo ves ahora?
Mi primer cuento, en el periódico de la revista del colegio. Cuando recibí mi ejemplar me alegró ver que ocupaba toda la contratapa y que había un dibujo sobre el tema. Pero cuando lo leí me di cuenta que alguien había cambiado el final. Fui furiosa a ver a la directora de la revista, que era una de las maestras del colegio, y le señalé el último párrafo, (fue un período de mi pre-adolescencia en el que no hablaba, se los juro, salvo casos extremos me manejaba por señales). Ella puso una cara comprensiva, pero muy apenada, y dijo: es que era un cuento muy, pero muy triste, y eso es todo lo que obtuve por respuesta. ¿Qué cómo lo veo ahora? Pues hubiera sido un buen momento para empezar a hablar. Fue una de las cosas que más me indignaron en mi vida.

8-¿Qué estás escribiendo en este momento?
Más cuentos.

9-Un libro imperdible
Saco uno al azar de mi lista de preferidos: “La caja negra” de Amos Oz.

10-Una definición de escritor
El que escribe –mientras escribe-.


Gracias, Samanta

La tierra prometida (Toma 10)

PUNTO DE VISTA/ CALLE 856 Y 898

Por Patricia Giménez

Apuntes de lectura. Hoy: Ceviche de Federico Levín



Por Walter Lezcano


*Esta novela salió en una colección de policiales llamada Negro absoluto. Primera rareza, este no es un policial puro, en el sentido más estricto del término (¿es un policial gastronómico?), sino que toma algunos elementos del género para encender el motor de la historia. Pero el autor lo que hace es llevar algunos tópicos a su propio terreno, hace que jueguen para él. No es un texto que respete el gusto de los puristas. Eso está bueno.
Segunda rareza: es, a pesar de lo que rece el nombre de la colección, una novela luminosa. Por el mundo que intenta retratar y por la alegría que transmite.

*La introducción de Juan Sasturain está de más.

*Ceviche, siempre se aprende algo, es una comida peruana a base de pescado. Título más que pertinente porque en él se conjugan algunos de los condimentos que despliega la novela. La comida como placer y modo de vida, y la exploración de todos los territorios en busca de los mejores platos. Esa inquietud voraz lleva al protagonista, Héctor El Sapo Vizcarra, a toparse con una muerte en un restorán peruano. Ahí El Sapo se calza el traje de detective e inicia la pesquisa, junto a un linyera, para descubrir al asesino.

*La novela intercala entre capítulos, entradas de un diario personal de El Sapo. Esas anotaciones intentan convertirse en la materia prima para la escritura de un buen policial. Son el trasfondo de un trabajo complejo como es la escritura de una buena novela.

* La acción transcurre en el Abasto y, mas específicamente, dentro del circuito delimitado de la comunidad peruana en Capital Federal. No sé si fue intencional hacerlo de una manera superficial, pero esos momentos en donde se intenta reflejar una comunidad extranjera a partir de lugares comunes, no están muy logrados.

*Hay muchas posibilidades a la hora de intentar mantener la tensión y capturar el interés del lector. Esta novela concentra toda su fuerza en el personaje principal y en el estilo que tiene el autor para contar: juguetón, desacartonado e inspirado.
Botón de muestra:
Es una burbuja rellena de carne y bañada por una pátina de sudor espeso que en otro mundo sería la delicia de algunos hedonistas sin culpa ni cura […]
Si su departamento es una pecera, El Sapo es un pez gordo.

Y también es un estilo muy seductor que sabe construir frases ocurrentes, algunas deslumbrantes, y que produce una gran felicidad de lectura. Uno se divierte leyendo este libro. Y, además, si uno escribe, siente envidia de poder haber dado con un personaje maravilloso como es El Sapo: un tipo desbordante en su peso y delicado con todo lo que se lleva a la boca, aunque sea muchísimo.

*En la trama policial la novela no encuentra su fuerza, muchas veces pierde contundencia en el suspenso leve que carga en la búsqueda del supuesto asesino. Pero uno sigue adelante porque se interesa por lo que El Sapo hará, cuál será su próximo movimiento.

*El Sapo me hizo acordar a otro personaje maravilloso: Ignatius Reilly, el glorioso protagonista de esa obra maestra llamada La conjura de los necios.

*Creo que el verdadero misterio que se intenta revelar a lo largo de todo el texto es el de cómo construir una buena novela policial. Cuáles son los cimientos sólidos a los que hay que atender y como, a partir de ahí, edificar.
Como todo buen texto lanza una hipótesis sin asegurar nada, poniéndole unos cuantos interrogantes en la cabeza del lector. Uno podría ser si es posible la escritura de policiales en un país llamado Argentina a mediados del 2010, sin una fuerte escuela de antecesores en el género y con una problemática coyuntural marcada por la corrupción y la violencia.
La apuesta de esta novela es esa: mostrar un camino posible.

La cofradía en la vidriera



Construcciones bajas a medio pintar, terrenos baldíos y veredas rotas forman el paisaje de San Francisco Solano, la localidad que ocupa los últimos rincones del partido de Quilmes. En una de las tantas calles de tierra o barro, según quiera la lluvia, hay un portón de chapa: en esa casa se hacen libros.

Adentro, Walter Lezcano, creador de Mancha de Aceite, mueve de arriba abajo una aguja de coser matambre: está uniendo páginas de cuentos. Desde hace un año, cada vez que vuelve de dar clases de Lengua y Literatura en colegios secundarios, ejerce entre esas cuatro paredes su nuevo oficio. Pero, él sabe, no es el único ni el primero que fundó una editorial invirtiendo poco más que una impresora doméstica: en Buenos Aires, e incluso en el país, otros escritores también fabrican libros con la mano, es decir, que cortan papel, lo pegan, lo cosen y lo diseñan, además de pensar y elegir con qué palabras rellenarlo. Tanto Mancha de Aceite como Clase Turista, Funesiana, La Gota, Eloísa Cartonera y Colección Chapita forman el conjunto de proyectos que ingresaron al mercado editorial valiéndose de su capacidad para encuadernar y autogestionarse. Hacen tiradas que arrancan desde 12 ejemplares, pero entre todas ya sacaron a la calle 200 títulos y llegaron a vender mil copias de algunos de ellos. Fueron creadas por poetas y narradores que se apropiaron del derecho a publicar y que se debaten entre ser la consecuencia rebelde de una industria editorial que los dejó afuera o la consagración del deseo de experimentar el texto desde su materialidad y desde el placer, para revalorizar al libro como objeto y espacio fundamental de la literatura.


Hablan los que escriben. Hoy responde : Gustavo Nielsen.

Por Walter Lezcano

Uno no puede sentir más que un enorme cariño por una persona que escribió lo siguiente: todo lo que sé lo aprendí de los libros. Eso lo leí en una nota para Radar, de Página 12. Esa persona que la escribió se llama Gustavo Nielsen. Un escritor que, aparte, como si no alcanzara, como si fuera poco, es arquitecto. Me parece que son dos cosas para las cuales hacen faltan tener grandes cualidades humanas. Por que no son dos meras profesiones sino una manera de habitar un planeta tierra cada vez más desagradable mientras esta gente trata de edificar objetos maravillosos.

A Nielsen no lo conozco personalmente, pero lo tengo de vista cada vez que publica en un medio gráfico. La forma en las que se acerca a las cosas de las que habla es encantadora. Así sea una exposición cheta o un broli inmaculado, puede acercarnos visiones personales sin nunca dejarnos afuera de lo que pasa. Te da humor, ternura, lucidez, eso que uno espera encontrar en esas páginas fugaces y casi nunca se encuentra.
Todavía no pude entrarle a ninguno de sus libros. Aunque él sube mucho de lo que escribe en internet y lo pone al alcanza de todos , con una gran generosidad, yo no puedo leer de la pantalla porque me liquida la vista. Estoy esperando encontrar algunos de sus textos en esas librerías de viejo que recorro por las tardes, ya que nuevos está a un precio fuera de mi alcance ( qué tema el precio de los libros. Habría que hablarlo en algún momento). El otro día me contó un amigo que había visto Flor Azteca en Adrogué a 12 pesos. Cuando fui ya lo habían vendido. No importa, con estas cosas soy impenitente.
Seguiré en la búsqueda.
Hoy responde: Gustavo Nielsen
1-¿Cuál fue el primer libro que leíste?
Upa.

2-¿Cuál fue el primer libro que compraste?
El primero que mandé comprar fue “Cuentos de amor, de locura y de muerte”, porque me habían regalado los “Cuentos de la selva” y me quedé con ganas de leer más a Quiroga. Me lo regaló mi hermana Fernanda, yo tenía seis años y ella cuatro. Lo leí de un tirón; el libro se me caía de las manos del miedo. Me asustó que mi hermanita pudiera ser la entregadora de semejante horror.
Conservo la costumbre de comprar todos los libros de un escritor que me interesa, inaugurada en esa edad.
El primero que compré con mi plata fue “Ficciones”, dos años después, porque quería saber quién era Borges. No entendí ni media papa.

3-¿Cuál fue el primer libro que robaste? :
Uno de historia del arte que me encantaba, y era carísimo. Fue a los doce años, no recuerdo ahora el título. Siempre robé libros que no podía comprarme porque costaban demasiado, y los leía con especial interés, en su totalidad, aunque en el camino descubriera que no me gustaran, como modo de pagar moralmente el hecho de haber cometido un delito.
Desde que pude comprarme los libros que se me antojan, dejé de robar.

4-¿Cuál fue el primer libro que influyó en vos de alguna manera?
“45 cuentos siniestros”, prologado por Elvio Gandolfo. Ediciones De la flor. Me hizo suponer que yo también podía escribir cuentos así. Trece años.

5-¿Qué necesitás para ponerte a escribir?
Silencio, soledad, que nada se mueva a mi alrededor. Cuadernos de hojas blancas o repuestos rayados marca Rivadavia, la lapicera Sheffer que me regaló Poli y pilas de cartuchos de tinta de todos colores.

6-¿Qué fue lo primero que escribiste?:
Un cuento titulado “El guante”, de una obsesiva compulsiva que veía un guante fuera de lugar en su casa, sobre una silla, y le daba un ataque de pánico. En ese momento los obsesivos compulsivos y los ataques de pánico se llamaban de otra manera. De a poco ella se recomponía y se iba acercando… Terminaba con un detective que examinaba a la occisa y declaraba muerte por estrangulamiento, con el detalle de que no habían aparecido huellas dactilares. “¡Un asesino de guante blanco!”, decía el detective, como único corolario.

7-¿Qué fue lo primero que publicaste? ¿Cómo lo ves ahora?
Ese mismo cuento, en la Revista Oeste del Gran David Ciechanover. Lo veo con ternura e indulgencia.

8-¿Qué estás escribiendo en este momento?
Una novela: “Berto bombero”, un nuevo libro de siete cuentos que no tiene título, un libro de micro relatos llamado “Cien”, un libro de poemas del que tengo el dibujo de tapa y algunas cosas más. Soy muy disperso.

9-Un libro imperdible
Moby Dick.

10-Una definición de escritor
Un demente que saca conclusiones a partir de detalles que no importan.
Gracias, Gustavo

Los pibes vuelven hacer lo que saben

PROGRAMA DE LA PRESENTACIÓN*:
16 Hs. Puntapié inicial.
16 a 18 Hs. Preparación en ingesta de mate & tortafritas.
18 Hs. Primera lectura
18,30 Hs. Toca MARTA
19, 30 Hs. Comienza la preparación del guiso de posguerra
21, 30: Comemos el guiso de posguerra.
22 Hs. Segunda lectura

La gira màgica y misteriosa llegò a Eurpa




GIRA DEL NUEVO MAGNETISMO

Viernes 4 de junio / 22.00hs
Barcelona / Gira del nuevo magnetismo en Europa
EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO
Junto a Gataka
Switch Bar / Calle Francisco Giner 24 / Barcelona, España

Sábado 5 de junio / 22:00hs
Valencia / Gira del nuevo magnetismo en Europa
EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO
Junto a Radar
El Loco / Calle Erudito Orellana 12 46008 / Valencia, España
10€ anticipada / 13 € en taquilla


Martes 8 de junio / 20:00hs
Marsella / Gira del nuevo magnetismo en Europa
EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO
Junto a Johnny Division
Enthropy / 1 rue Consolat 13001 / Marsella, Francia

Viernes 11 de junio / 22:00hs
Berlín / Gira del nuevo magnetismo en Europa
EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO
Junto a Sudaca Power
ACUD / Veteranenstraße 21 / Berlín, Alemania

Miércoles 16 de junio / 20:00hs
Londres / Gira del nuevo magnetismo en Europa

EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO
The Buffalo Bar / 259 Upper Street / Londres, Inglaterra

Viernes 18 de junio / 23:30hs
Gandia / Gira del nuevo magnetismo en Europa
EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO
Junto a Radar
La Fabrica / Calle Villalonga n 21 / Gandia, Valencia, España

Jueves 17 de junio / 22:00hsEdinburgh / Gira del nuevo magnetismo en Europa
EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO
The Voodoo Rooms / 19a West Register Street / Edinburgh, Escocia

Sábado 19 de junio / 21:30hs
Barcelona / Gira del nuevo magnetismo en Europa
EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADOJunto a OvniSidecar / Plaza Real 7 08002 / Barcelona, España

En el Oeste está el agite...literario!!!! Nuestra voz en Filo Rock

La cocción

“Mancha de Aceite” no intenta ser elitista ni mucho menos. Su mentor explica que el proceso del armado de los libros es “analógico”, casi fetichista. Una vez que reciben el material comienza la etapa de corrección de texto. Luego se arman una especie de cuadernillos, se imprime un ejemplar y se lo fotocopia. Como parte final del montaje, los prototipos de libros se estacionan en una prensa.

El resto, lo explica Walter: “Después vamos a los supermercados chinos a buscar cartón. Con eso hacemos las tapas, que no llevan ni el nombre del libro ni del autor”. El libro es cocido a mano uno por uno.

Fue así como “imprimieron” los 20 ejemplares. “Es un buen número para que se vendan todos, para ser respetuosos con el texto y con los lectores”, comenta el editor, y concluye: “De golpe la gente ve en esta cruzada artesanal la posibilidad de editar sus obras. No les cobramos a los escritores, la única condición es que el texto nos tiene que gustar”.