El lunes nos juntamos con Matías en una pizería a la que iba cuando salía del profesorado. Queda en Solano, a unas cuadras del centro comercial y tiene la cerveza bien barata. La excusa era festejar que Bailanta estaba completa y guardada en las fastuosas oficinas de la editorial.
Yo estaba tan copado con la versión final que comencé a preguntarle sobre los personajes. Si estaban inspirados en personas reales, si esos escenarios en los que transcurre los había pisado con su alma, y esas cosas. Matías me respondió todo. Y pensaba en lo groso que es descubrir esos secretos de las novelas. Pero, claro, tiene que haber un buen texto que le de una nueva dimensión y le pegue una buena patada a la realidad para sacarle jugo y pasión. La realidad es aburrida, por eso existe la literatura. Para contrarrestar ese efecto somnífero de las rutina y demostrar que todavía hay cosas por la cuales vivir. Una de ellas es contar bien una historia. Cosa que Bailanta hace de una manera magistral.
De paso le devolví unos libros que me había prestado. Y no sé, de golpe tuve la agradable sensación de que otra cosa tremenda estaba sucediendo. Porque otra de las grandes pasiones de mi vida es la amistad. Y creo que algo de eso se estaba forjando.
De paso le devolví unos libros que me había prestado. Y no sé, de golpe tuve la agradable sensación de que otra cosa tremenda estaba sucediendo. Porque otra de las grandes pasiones de mi vida es la amistad. Y creo que algo de eso se estaba forjando.
Está bueno sentarse enfrente a una persona que admirás.
Esa misma noche, creo que eran las once o más, me puse a buscarle una buena letra. La encontramos tipo dos o tres y media, el tiempo cuando unos hace lo que le gusta se mide de otra manera, ¿no?
Esa misma noche, creo que eran las once o más, me puse a buscarle una buena letra. La encontramos tipo dos o tres y media, el tiempo cuando unos hace lo que le gusta se mide de otra manera, ¿no?
Así que en esa seguimos. Trabajando en lo que nos gusta sin ganar un mango y tratando de hacer cosas interesantes y deslumbrantes como traer al mundo algo que antes no estaba. Es la maravilla de la creación. Digo, este libro se la banca y uno quiere estar a la altura de las consecuencias.
De las circunstancias, no de las consecuencias, macho. Ojalá las consecuencias no esté a la altura de las putas circunstancias, sino mucho más arriba o abajo. Nunca, jamás, igual.
ResponderEliminarTenés razón, loco! Como siempre. Gracias por dar cuenta de esos detalles, hablan de un lector atento e inteligente como siempre demostrás ser, capo.
ResponderEliminarAbrazo grande,
Walter