Diario de un editor del conurbano. Uno

20 de mayo
23:03


Anoche todo salió joyísima en Despertándonos. Tenía miedo de que algo saliera mal, de que algún autor no vaya, o la banda no fuera, en fin, de que el azar se meta para arruinar un momento preciado. No fue así. Cayeron todos.

Los del bar se re coparon cuando vieron todas las mesas llenas. Creo que por eso no nos cobraron, a Patri y a mí, las cervezas y los fernet.

Las lecturas estuvieron buenas para todos. Eso de separarlos en dos tandas, poetas primero y narradores al final, resultó mejor. Y se dio sin querer, sin pensarlo. La improvisación ayuda a veces.
Los poetas era la primera vez que leían. Igual se apropiaron del micrófono como si lo hubiesen hecho toda la vida, con cancha, muy sueltos y sin miedo. Después los vi felices, con el pecho grande de haber hecho un buen trabajo.

Con Patri nos quedamos en el bar hasta las dos y media, tres de la mañana. Y eso que hoy tenía que laburar a las siete de la mañana. Estábamos zarpados en alegría por lo que había pasado. No podíamos creer lo bien que había salido. Y nos acordábamos del cagazo que tenía yo de que no fuera nadie. Igual, ese miedo no se va ir nunca porque vamos aseguir armando movidas.

Esta mañana, sonó el despertador a las siete. Lo apagué sin darme cuenta y seguí torrando. Patri me zamarreó a las ocho y yo putié porque quería ir al trabajo. Tuve que mandar un mensaje pidiendo perdón por no haber ido. Me quedé mal, me gusta mi trabajo. Pero la verdad es que tenía una resaca demoledora. Así que me tomé el día y no fui a ningún colegio.
Con Patri nos quedamos recordando toda las cosas que habíamos vivido anoche.

23:30

Me llegan dos mail. Uno de una autora argentina que está en Nueva York. Me manda siete cuentos. No lo puedo creer, la anduve siguiendo para publicarla y se decidió, al fin. El otro mail es de un amigo cordobés por lo de la fecha que vamos a armar en Córdoba. La reputísima madre, esto de las buenas noticias siempre me inquieta porque creo que al toque va venir un garronazo como para equilibrar la balanza celestial, o algo así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario